Estación de ensueño. Y sin tiempo para permanecer mirándote a los ojos. Transcurren los trenes y el andén ni se mueve; tus gemas de color marrón me miran, diriges a tu izquierda mi atención con tu costumbre de cambiar mi motivo. Excusas que habitan en ti. Excusas que dirás.
Antes de que levante mi cabeza, de tus labios una mariposa emergerá y atravesará el aire depositando sus alas en la sombra de unas ramas que a mi lado están; buscarán quedar adheridas en mi mente al entrar por la puerta en que sólo se entra pero no se sale.
Intentaré abrir las pequeñas ventanas que dan a la calle, por donde se mete el frío. Sus brillantes alas de textura como de suave camino no se si se lastimen al salir.
Saludos
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